Nuestros niños aventureros y curiosos inevitablemente se caerán una o dos veces. Como cuidadores, todo lo que puede hacer es evitar lesiones graves creando de manera proactiva un entorno de juego seguro. Mientras esté en casa, las alfombras y los tapetes pueden ayudar a suavizar las caídas. Además, asegúrese de colocar artículos que sean lo suficientemente pequeños como para caber en la boca de un niño, fuera de su alcance.

Encías Lesionadas
Para disminuir estas posibilidades de lesiones, supervise a sus hijos durante el tiempo de juego y use juguetes blandos. Evite los juguetes afilados o de tamaño muy pequeño. Incluso con intentos de prevenir lesiones, su hijo aún puede tener casos en los que hay un trauma en la boca, ya sea lastimándose las encías y/o lesionado/perdiendo prematuramente un diente.
Si las encías comienzan a sangrar por una lesión, sostenga una gasa húmeda estéril contra sus encías con presión constante para detener el sangrado. Cubra una bolsa de hielo con una toallita para sujetarla a la mejilla de su hijo para evitar una inflamación severa.
Asegúrese de estar atento a cualquier dolor, fiebre o inflamación de las encías. Una vez que la situación esté bajo control, llame a su proveedor dental para obtener su opinión profesional. El proveedor podra pedirle que lleve su niño al consultorio para un examen.