Muchos de nosotros tomamos en serio nuestra higiene bucal. Cuidar nuestra salud bucal ayuda a promover una sonrisa saludable y ayuda a proteger nuestra salud general. Hacemos esto siguiendo una rutina de cuidado dental que incluye cepillar los dientes, usar hilo dental y un enjuague bucal con flúor.

El cepillado, junto con el uso de hilo dental, es lo más importante que puede hacer para eliminar las partículas de comida y la acumulación de placa y prevenir caries dental. El cepillado también ayuda a estimular las encías para mantenerlas sanas y prevenir enfermedades de las encías. Sin embargo, en nuestros esfuerzos por mejorar la salud bucal, es posible que estemos cepillando los dientes excesivamente. Esto puede causar más daño que bien a su salud dental.

¿Qué sucede si me cepillo excesivamente los dientes?

El cepillado excesivo se refiere a la fuerza, la duración y la frecuencia con la que se cepilla los dientes, por lo que puede resultar fácil exagerar. El cepillado excesivo puede aumentar el riesgo de abrasión dental, sensibilidad dental y recesión de las encías:

  • Abrasión dental. Su diente tiene cuatro partes principales: el esmalte, la dentina, el conducto de la raiz, y la pulpa. El esmalte es la capa externa que protege las partes internas de su diente de los ataques de ácido que causan caries dental. Cepillarse los dientes demasiado y agresivo puede desgastar el esmalte dental prematuramente.
  • Sensibilidad dental. Cuando la abrasión del cepillo de dientes desgasta el esmalte dental, la dentina (la capa entre el esmalte y la pulpa), que no es tan fuerte como el esmalte, queda desprotegida. Esto puede hacer que las terminaciones de los nervios de la pulpa queden expuestas o lo suficientemente cerca de la superficie, provocando sensibilidad dental.
  • Recesión de las encías. Aplicar demasiada presión y cepillarse los dientes durante un período prolongado puede provocar que las encías retrocedan o se encojan. Si la recesión progresa lo suficiente, las terminaciones de los nervios debajo de la línea de las encías protegidas, pueden quedar expuestas.

¿Cómo sé si me estoy cepillando los dientes demasiado?

Esté atento a las señales que se enumeran a continuación si se está cepillando demasiado o si es padre o cuidador de un niño que puede estar cepillándose los dientes demasiado. Además, su profesional dental le informará durante sus consultas dentales.

  • Encías hinchadas, rojas o sangrantes. Es posible que sienta que se le irriten las encías al cepillarse los dientes o que note pequeñas vetas rojas de sangre cada vez que escupe.
  • Sensibilidad de dientes y encías. Se produce malestar o sensibilidad al consumir alimentos o bebidas frías o calientes. La sensibilidad también puede aparecer al cepillarse los dientes.
  • Las cerdas del cepillo de dientes estan desgastadas o deshilachadas. Si su cepillo de dientes parece desgastado después de unas pocas semanas, es probable que esté aplicando demasiada presión. Padres y cuidadores, revisen el cepillo de dientes de su hijo/hija con frecuencia. Si las cerdas de su cepillo de dientes parecen planas o deshilachadas, revise las técnicas del cepillado de dientes con su hijo/hija por ejemplo, cepillarse los dientes suavemente, usando círculos pequeños.

¿Qué puedo hacer para evitar el cepillado de dientes excesivo?

Cambiar sus hábitos de su cepillado dental puede ayudar a reducir el desgaste del esmalte y el daño a las encías. Siga los pasos a continuación para ayudarle a tratar su sonrisa hermosa y saludable con delicadezca:

  • Utilice un cepillo de dientes de cerdas suaves. Esto permite que las cerdas se doblen fácilmente cuando se cepilla, lo que lo hace más suave para los dientes y las encías.
  • Evite las pastas dentales abrasivas. Las pastas de dientes con ingredientes muy abrasivos pueden desgastar el esmalte dental. Las pastas dentales con flúor ayudan a fortalecer el esmalte. Utilice pasta dental con flúor que tenga el Sello de Aceptación de la Asociación Dental Americana (ADA).
  • Utilice técnicas adecuadas del cepillado de dientes. Cepillase los dientes ejerciendo una presión ligera, dos veces al día, durante dos minutos. Lo mejor es cepillarse  los dientes antes de acostarse. Esto ayuda a prevenir la acumulación de placa, que puede endurecerse hasta convertirse en sarro y provocar que se cepille los dientes excesivamente.
  • Evite cepillarse los dientes inmediatamente después de comer. Ciertos alimentos ácidos como las naranjas, los limones o las toronjas pueden debilitar el esmalte dental. Cepillarse inmediatamente después de comer puede eliminar el esmalte. La ADA recomienda esperar al menos 60 minutos antes de cepillarse los dientes.
  • Mastique chicle sin azúcar con xilitol o enjuágase la boca con agua. Pruebe esto entre comidas cuando tenga el inpulso de cepillarse lso dientes.

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